La incesante voluntad de poder o de continua creación o de transformación o de autosometimiento.
martes, 21 de julio de 2015
Adiós, adiós, vieja amiga.
Adiós que nunca dije.
Adiós que me ahoga y entristece.
Adiós que me envilece.
Adiós que me avergüenza, que me frena, que me mata.
El pensamiento más poderoso consume mucha fuerza que antes estaba a disposición de otras metas, obra, así pues, transformador, crea nuevas leyes de movimiento de la fuerza pero no crea una nueva fuerza. En ello radica, sin embargo, la posibilidad de redeterminar y reordenar en sus afectos a cada hombre considerado individualmente.
Nietzsche
El buen soberano no combate el buen guerrero no se exalta El buen vencedor no lucha El buen dirigente no dirige Este es el poder de la virtud del no-combatir. Ésta es la fuerza de utilizar a los hombres Éste es el modo del Cielo Vértice de la Virtud en los origenes