domingo, 8 de marzo de 2009
El negro Dragón, el mismo que se alimenta de la finitez, para no caer presa de sus propias fauces ha debido el abrazar una nueva divisa: "No me arrepiento ni de haberme arrepentido", y con esta presente en el pensamiento ya estaba en condiciones de realizar la gran síntesis de todo lo que ha sido, y de todo lo que será.
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