La incesante voluntad de poder o de continua creación o de transformación o de autosometimiento.
viernes, 7 de agosto de 2009
A veces siento el cuerpo lleno de ojos, y desde estos fluyen como desde un hontanar, incesantemente, rosa tras rosa, formando así un río escarlata de vida y de muerte.
El pensamiento más poderoso consume mucha fuerza que antes estaba a disposición de otras metas, obra, así pues, transformador, crea nuevas leyes de movimiento de la fuerza pero no crea una nueva fuerza. En ello radica, sin embargo, la posibilidad de redeterminar y reordenar en sus afectos a cada hombre considerado individualmente.
Nietzsche
El buen soberano no combate el buen guerrero no se exalta El buen vencedor no lucha El buen dirigente no dirige Este es el poder de la virtud del no-combatir. Ésta es la fuerza de utilizar a los hombres Éste es el modo del Cielo Vértice de la Virtud en los origenes
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